¿Tu universidad tiene una estrategia clara para mejorar la empleabilidad de sus estudiantes? Si la respuesta es “no” o “más o menos”, no estás solo. Muchas instituciones educativas implementan iniciativas de manera aislada, sin una visión integral ni una estructura sólida. El resultado: recursos desperdiciados y poco impacto real.
¿Por qué es vital una estrategia escalonada?
Una estrategia escalonada permite crecer de forma sostenible. No se trata de hacer todo de golpe, sino de construir una base sólida, avanzar hacia la personalización y finalmente, integrar la empleabilidad como un pilar institucional. Este enfoque no solo mejora los resultados, también optimiza el uso de recursos.
Es una metodología creada para que universidades puedan escalar sus servicios de carrera sin importar su tamaño, presupuesto o nivel tecnológico. Este playbook está dividido en tres fases bien definidas, que permiten avanzar paso a paso.
Objetivo de las 3 fases
El objetivo es claro: llevar a los estudiantes desde el acceso a servicios básicos hasta una experiencia completa, personalizada y estratégicamente integrada en su formación académica.
La fase uno se enfoca en lo esencial: acceso rápido a servicios clave como bolsas de trabajo, ferias de empleo, asesorías básicas y publicaciones de vacantes. Todo esto, incluso con un equipo reducido.
Incluso con servicios simples, los resultados pueden ser poderosos. Los estudiantes tienen acceso inmediato a ofertas, las empresas encuentran talento, y la universidad comienza a centralizar su operación.
Aquí empieza lo interesante. Esta fase busca personalizar el camino de cada estudiante: ¿qué habilidades tiene?, ¿cuáles necesita desarrollar?, ¿qué tipo de empleo es el adecuado para él?
Ayudan a entender fortalezas, áreas de mejora y perfiles de carrera. Además, orientan sobre qué programas de formación implementar o reforzar.
Ya no se trata de una asesoría genérica. Se trata de guiar al estudiante hacia un plan concreto, con objetivos claros, pasos definidos y acompañamiento continuo.
En esta fase, la empleabilidad deja de ser un “servicio más” y se convierte en un eje transversal de la experiencia universitaria. Está integrada en los planes de estudio, actividades extracurriculares y objetivos institucionales.
Departamentos como psicopedagogía, vinculación académica, desarrollo humano y relaciones empresariales trabajan en conjunto para ofrecer un servicio robusto.
Ya no es la universidad quien busca a las empresas, sino al revés. La marca institucional se posiciona como formadora de talento competitivo y preparado.
ITESO apostó por una estrategia estructurada y tecnológica. Al implementar Symplicity CSM, logró centralizar servicios, automatizar procesos y conectar con el mercado de forma eficiente.
Todo el ecosistema de empleabilidad de ITESO ahora está disponible desde una sola plataforma. Esto facilita el seguimiento de cada estudiante y egresado.
En menos de un año, la universidad logró integrar a más de 600 empresas y publicar más de mil ofertas de empleo, multiplicando las oportunidades para su comunidad.
Conexión efectiva con empleadores
La plataforma permite que los empleadores participen directamente, publiquen vacantes, gestionen ferias y accedan al talento de forma ágil.
No necesitas duplicar tu equipo o presupuesto. Al escalar por fases, puedes ir integrando servicios de forma ordenada y sostenible.
Mejora en la experiencia estudiantil
Los estudiantes sienten que hay un plan pensado para ellos, desde su primer semestre hasta su graduación.
Alineación con las tendencias del mercado laboral
Las universidades que integran empleabilidad de forma estratégica logran una mayor tasa de colocación y mejoran su reputación institucional.
Antes de implementar cualquier herramienta, necesitas entender en qué punto estás. ¿Qué servicios ofreces actualmente? ¿Qué recursos tienes?
Selección de herramientas tecnológicas adecuadas
Una buena plataforma puede ser el punto de partida para automatizar, conectar y medir tus esfuerzos de empleabilidad.
Capacitación del equipo de orientación profesional
Tu equipo es clave. Ellos son los que acompañarán a los estudiantes en su camino hacia el empleo. Invertir en su formación es invertir en el futuro de tu institución.
Conclusión
Transformar los servicios de empleabilidad en una palanca estratégica no es tarea de un día. Requiere planificación, compromiso institucional y herramientas adecuadas. El caso de ITESO demuestra que sí es posible lograrlo y con resultados contundentes. Si tu universidad quiere pasar de la improvisación a la acción, las 3 fases del Playbook de Symplicity CSM son el camino.
Contacto para más información
Para conocer más sobre Symplicity y sus soluciones, puedes comunicarte con Juan Mayr, Gerente Regional de Mercadeo, a través del correo electrónico jmayr@symplicity.com